Es normal que existan conflictos de pareja cuando se trata de la educación de los niños, pues es casi imposible que dos personas estén de acuerdo en todo lo referente a la forma de educar a sus hijos.
Los motivos más comunes por los que se dan estos conflictos, son:
Contradecirse frente a los hijos. Ésta va muy ligada con todas las demás. Lo ideal sería lograr un punto de acuerdo, pero cuando no se pueda, al menos deben estar de acuerdo en no contradecirse frente a su hijo. Si uno de los padres ya le dijo "no" o "sí" a algo que ha pedido el niño, el otro no debe contradecirlo. Esto sólo lleva a que el pequeño considere que uno de los dos padres tiene toda la autoridad, y el otro, ninguna.
Berrinches. No siempre los padres están de acuerdo entre dejarlos llorar y gritar hasta que se cansen, correr a consolarlos o cualquier punto intermedio entre ambas posturas. Para aprender a manejar los berrinches de tu hijo, sigue este enlace .
No cumplir las amenazas. Si uno de los padres le advierte a su hijo que si hace algo habrá castigo, y al final no lo cumple, esto puede ser causa de un conflicto entre ambos padres. Si piensas que tu hijo se merece un castigo, antes lee esto.
Ser demasiado autoritarios. Si uno de los padres es muy autoritario con un hijo, es muy posible que el otro no esté de acuerdo y esto sea el origen de conflictos interminables y constantes, especialmente cuando hay más de un hijo y cada padre tiene a un favorito. Es importante lograr un acuerdo sobre no hacer favoritismos, independientemente de resolver el asunto de qué tan autoritarios o permisivos hay que ser.
Cuánto gastar en los niños. Además de la comida, pañales, ropa y útiles escolares, existen otros posibles gastos, como regalos de cumpleaños, fiestas y golosinas, y si ustedes como padres no deciden de antemano cuánto pueden y desean gastar en cada ocasión, quien lo resentirá será el pequeño, que pensará que pelean por culpa suya.
Dejarlos dormir con ustedes. Algunos padres no tienen inconveniente en dormir con los hijos, mientras que otros consideran que su habitación debe ser un espacio privado.
¿Qué debo hacer?
Tanto si las discusiones se vuelven frecuentes y muy acaloradas, como si son más esporádicas y tranquilas, lo importante no es imponerse uno u otra, sino resolver el problema. No importa quién de los dos tiene razón, en la mayoría de los casos no hay una razón absoluta; lo importante, es que la educación que los hijos reciban, sea coherente, con las menos contradicciones o ambigüedades posibles, y que la relación de los padres se mantenga firme ante cualquier eventualidad.
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