Vida Pétalo®

¿Estrenaste zapatos nuevos y cuando los quisiste usar por primera vez, estaban tan apretados que decidiste llevarte los de siempre? Tranquila, no es tan difícil resolver este inconveniente, incluso hay distintas formas de hacerlo.

Formas de amoldar los zapatos

1. La forma más sencilla de hacerlo es usándolos durante unas horas al día. No importa si son de piel, de tela o de material sintético, con el uso, tus zapatos comenzarán a ajustarse bien a la forma y tamaño de tus pies. Si te lastima mucho usarlos, te provocan ampollas o molestias, usa otra de las técnicas.

2. Calienta tus calcetines con una secadora de pelo, luego póntelos y también los zapatos, y calienta los zapatos con la secadora. Ya que se calienten, camina durante unos 20 ó 30 segundos y vuelve a calentarlos varias veces, hasta que los sientas más cómodos. Esto funciona mejor con zapatos de piel.

3. Llena de agua dos bolsas de plástico de menor tamaño que los zapatos. Mete las bolsas a los zapatos y ponlos en el congelador. Cuando el agua se congele, retira las bolsas y cálzate; ahora los sentirás más amplios. Nota: No hagas esto con zapatos de piel delicada, como la gamuza.

4. Haz bolas de servitoallas y llena con ellas tus zapatos; déjalos así toda la noche y al día siguiente, los sentirás más cómodos. Hazlo cada noche hasta que estés feliz con los resultados.

5. Mezcla partes iguales de agua y alcohol en un atomizador y rocía los zapatos. Ahora, caliéntalos con una secadora de pelo y cuando los uses, los sentirás más flojos. Puedes repetirlo hasta que te sientas más cómoda con ellos.

¿Conoces alguna otra técnica para aflojar los zapatos apretados? Compártela con nosotras.